Discípulos del cielo
que sin poder evitarlo chocáis al avanzar
contadme a qué sabe la libertad.
Vosotras que contempláis
entre algodones
al gato triste con su aguda voz
entre maullidos lamentar ,
al enhiesto árbol con sus ramas
al cielo rozar,
contadme qué sentís al volar.
Vosotras que cuando queráis
sus ojos podéis admirar,
contadme qué sentís
al escucharlo respirar.
Contádmelo,por piedad,
Que estoy empezando a olvidar.
Que estoy empezando a olvidar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario